07.05.2024 |
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El legado perdido de Roma en Cantabria

Fue en su momento un enclave estratégico del Imperio Romano, controlando el flujo de mercancías y personas en el norte de la península. Hoy, sus ruinas nos invitan a descubrir su legado perdido
emerge como un monumento a la planificación y el poderío romano en la región de Cantabria. / RRSS
Emerge como un monumento a la planificación y el poderío romano en la región de Cantabria. / RRSS
El legado perdido de Roma en Cantabria

En la vasta historia de España, la huella de Roma es un capítulo fundamental, aunque no siempre tan reconocido como debería. Más allá de los icónicos monumentos de Mérida o Segovia, existen sitios arqueológicos menos conocidos pero igualmente fascinantes que ofrecen una ventana al pasado romano de la Península Ibérica.

​Ubicada estratégicamente frente al acceso al valle del Besaya, Julióbriga emerge como un monumento a la planificación y el poderío romano en la región de Cantabria. Fundada entre los años 15 y 13 a.C. por la Legio IV Macedonica, bajo el mandato del emperador Augusto, esta ciudad lleva el nombre de "ciudad fortificada de Julio", en honor a Julio César, tras la victoria sobre los cántabros en el 19 a.C.

La importancia de Julióbriga radica en su posición privilegiada para controlar el tráfico de mercancías y personas desde la meseta del Duero hacia el mar Cantábrico. Su desarrollo económico y estratégico durante los siglos I y II d.C. la convirtió en un enclave vital para el imperio romano en la región. Los vestigios arqueológicos de Julióbriga ofrecen un fascinante vistazo a su pasado glorioso. Entre sus estructuras más destacadas se encuentran los restos de un foro, un templo, termas, viviendas y una red de calles pavimentadas. Estas ruinas, aunque en parte erosionadas por el paso del tiempo, aún proyectan la grandiosidad y la sofisticación de la civilización romana. Sin embargo, la historia de Julióbriga también está marcada por su declive.

A medida que el imperio romano enfrentaba desafíos internos y externos, la ciudad comenzó a perder su importancia estratégica. Para el siglo III d.C., Julióbriga había sido abandonada, dejando atrás un legado que perdura en las páginas de la historia. Hoy en día, los visitantes pueden explorar las ruinas de Julióbriga y contemplar la magnificencia de su pasado. El sitio arqueológico ofrece una ventana al mundo romano en Cantabria, invitando a los viajeros a sumergirse en una época de conquista, comercio y cultura.

Cada piedra de Julióbriga cuenta una historia de grandeza y resistencia, recordándonos el impacto perdurable de la civilización romana en la Península Ibérica. Es un destino imperdible para aquellos que buscan comprender más profundamente el legado histórico de España y su conexión con el mundo antiguo.

Estos son solo algunos ejemplos de los tesoros romanos menos conocidos que adornan la geografía española. Cada uno de estos sitios cuenta una historia única y nos conecta con un legado perdurable que merece ser explorado y preservado para las generaciones futuras. ¡Anímate a descubrir la grandeza de Roma en rincones inesperados de España!

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